El ser y el Necronomicón

Published by Daniel Agustín Hassan under on 12:38
Todavía tengo el ticket de la biblioteca del Centro del Conocimiento guardado en la billetera. Dice: "El ser y la nada" con esa insoportable "n" minúscula. No lo guardo como un amuleto para recordar la fugacidad de la existencia, sino más bien como el único vínculo real que tengo con el Nercronomicón.

Tal vez por impericia de un bibliotecario o, peor aún, por alguna broma absurda de mal gusto es que aterrizó en mis manos aquella edición forrada en piel humana y escrita a mano con sangre, en lugar del célebre libro de Sartre que había solicitado.

Mi curiosidad se tropezó con el espanto en la accidentada pronunciación del nombre Abdul Alhazred. Mis manos transpiraban y sentía un pinchazo agudo en la boca del estómago. Recuerdo que aunque me apuraba algo que hoy he olvidado, me detuve más de media hora con el libro sobre mi regazo sin animarme siquiera a hojearlo. Cuando lo devolví intacto, el bibliotecario de turno me preguntó amablemente: "¿Lectura veloz?". Si supiese lo rápido que huí después.

Baño

Published by Daniel Agustín Hassan under on 18:38
No eran los pasos los que me asustan, sino la oscuridad. Ese manto negro que desde toda la vida me persiguió. ¡TAC TAC! Uno tras otro tras otro. El escondite no parece seguro, en cualquier momento entrará y… AY DE MÍ… ¿Por qué yo? ¿Qué hice para merecer esto? Entrará, me tomará de los pelos, me arrastrará por el piso; mientras yo, indefenso, frágil, ¿ya dije inocente? patalearé y gritaré para zafarme de ESO. Palpo a mi lado, algo suave se mezcla con la madera que me cubre. Pensé en taparme, pero para qué, ya estoy condenado. Y cada vez más y Más y MÁs y MÁS cerca, suenan los pasos.

-¡Acá estás sucio! ¡No puede ser que siempre te escondas, mirá el ropero todo suciooooo! ¡ANDÁ A BAÑARTE!
-Bueno mamá- dije con el rabo entre las piernas.

Hablar con Manu me hizo acordar que…

Published by Daniel Agustín Hassan under on 19:40
En el bondi pasan cosas. Cosas que si uno no tuviese puesto los auriculares podría apreciarlas desde la perspectiva de una lupa. Eso justamente es lo que le sucedió a mi buen amigo Manu aquella mañana.
Esperaba el colectivo desde hace más de media hora, y la verdad es que le tenía las bolas llenas esto del trasporte público. Pero no se quejaba; no, porque desde hacía un rato que se lanzaba unas miradas interesantes con una chica rubia. De buen cuerpo y unos cuantos centímetros más de altura que mi buen amigo. Esta chica era uno de esos últimos modelos como bien dicen. Doblando la esquina mi amigo divisó el tan ansiado medio de transporte.
Se detuvo frente a la puerta para dejar pasar a la señorita, que le respondió con un “gracias” y una sonrisa lo bastante sugerente como para acelerar el destartalado corazón de fumador de Manuelito. "Si sólo no fuese tan cagón, la puta madre", se decía. Cuando puso un paso arriba sintió un empujón, y al poco tiempo se dio cuenta de que un gordazo lo había desplazado con un movimiento inesperadamente veloz para su robustez. Su manaza se dio vuelta, y con un gracioso movimiento pendular se disculpó por lo sucedido.
Mi buen amigo, que es buena persona, y yo lo sé de buena fuente que lo es, no hizo más que un pequeño gesto y siguió a su dama que miraba de reojo registrando cada movimiento.
Manuel echó un vistazo a los dos asientos vacíos del fondo del bondi, y con una mirada cómplice, que su "mujer del colectivo" había respondido sugerentemente, planeó su conquista; su siguiente movimiento, cual ajedrecista con las manos puestas en la reina. Las monedas bailaron al canto de “un pasito para atrás por favor” del colectivero, que dobló con toda la furia la siguiente esquina pegándole un buen susto al motoquero que lo intentaba pasar.
Manu buscó desesperado los ojos miel de la exuberante rubia mientra la veía acomodarse en uno de los asientos traseros, salteando un par de libres por el camino. “Ella quiere que me siente al lado suyo, ella quiere que le hable… dios mío, creo que la amo”, suspiraba el pobre pibe.
Antes del momento de éxito, como la calma antes de la tormenta, Manolín como me gusta llamarlo, hizo la pausa de reflexión. “Este es tu momento” me dijo que se dijo, “es ahora o nunca, venimos de malos momentos, pero esta vez el equipo está motivado, y se siente listo para pelear arriba”. Cada paso era como un ¡¡STOMP STOMP!! seguido de un yiiiik yiiiiiik, contra el quebradizo y pegajoso piso del colectivo. Cuando se sentió con todo el ímpetu, como nunca se había sentido en toda su existencia, y yo creí que mi buen amigo lo lograría, el turbulento manejar del chofer lo hizo estamparse contra una de las ventanas, apoyando sus partes nobles sobre una pobre vieja. Más que quejarse, la buena dama le largo una sonrisita que “asustaría a cualquiera” me dijo Manolín.
No tardó mi compinche en darse cuenta de que en realidad el delicado chofer no era el artífice de su encuentro sexual con la viejecita agradecida, sino el mastodonte que lo había atropellado minutos antes frente a su doncella “toma-colectivos”.
-Mierda
-Mierda qué- dijo el elefante mientras se sentaba junto a su preciosa rubia- a… disculpame pibito, no quise empujarte, pero ¿viste como maneja este bessssssstia?
-Eh… si si, tiene razón-dijo Manu-gordo pelotudo.
-QUÉ
-Que flor de pelotudo…
-Ah sisi, tenés razón.
Manuelito, vio como su nemesis fichaba con descaro la carrocería de SU camión. Y se repetía insistentemente “cómo puedo ser tan lento”. “No me basta con ser cagón, además tengo que ser lento físicamente también…” se masoqueaba mi pobre amigo. Su pequeño momento de interiorización, le bastó para darse cuanta de que ahora el colectivo estaba completamente lleno, y que ni siquiera podría conformarse con el premio consuelo de “un asiento libre”. Todo mal, esto es cómo una cadena interminablemente salada. Jajaja la increíble historia de mi vida rió con un auto-sarcasmo que consideraría digno de un loco fracasado si no conociese a Manolín.
El paisaje no era interesante, trató de pensar en algo para calmar la ansias, pero no podía estaba bloqueado por la mala suerte. Sentía que algo extraño pasaba en su cabeza, que en realidad el no tenía mala suerte, sino que estaba siendo preparado para algo MUY grande, entonces tendría que sufrir un poco antes de encontrar aquello que ansiaba, pero que no tenía la más puta idea de que era.
Buscó cruzar miradas con la rubia, que seguro para esta altura estaba convencida de que era el más gil de todo el universo. Pero contra todas las apuestas, la rubia le respondía, sus ojos se posaban distraídamente ante el vidrio junto a su asiento, allí en la privacidad que dan las miradas que se funden en un espejo estaban ellos. Sus ojos bailaban frente a una marea de árboles, gente, autos y asfalto. Los botes de Manolín y su amor se fundían en la hermosura que del amor a primera vista.
-Disculp…-llegó a decir hasta que lo empujó un pibe con un bizarro parche negro.
-Perdonpermisoperdonpermiso- dijo el muchacho emparchado, que se abrió paso hasta la puerta y reventó el timbre del colectivo.
-Mierda-dijo en voz baja Manu. Con los huevos que tuve que juntar para intentar decirle algo, se ve que hoy no es mi día. Que me tengo que quedar callado nomas.
Se tanteó los bolsillos en busca de los auriculares, ya que había resignado sus chances con la rubia. No la puedo mirar de la vergüenza que me doy se dijo. Pero, para su sorpresa (confieso que no la mía), se había olvidado los auriculares al lado del teléfono. Miró hacia arriba, con las manos cual mantis religiosa, y se le escapó en voz alta “UNA SOLA TE PIDO… UNA”.
Su resignación pasó desapercibida ante un mundo que no tenía tiempo para lidiar con el destino en la vida de un sólo joven. Todos, salvo ella, su rubia majestuosa, que lo miró y se sonrió con tanta hermosura que “apenas pude contener mis moléculas de derretirse” me contó. Las esperanzas van y vienen como la lluvia del interior, y como el cagón de mi amigo, que ahora sentía como la sangre le corría por las venas otra vez.
Manolín le sonrió, pero antes de largarse con alguna payasada, pensó. Estoy en una posición incómoda, mi pobre amor va a tener dificultades para oírme. Pero tampoco quiero pasar un papelón y gritar como un reverendo boludo a los cuatro vientos lo primero que se me ocurra. Pero justamente, no se me ocurre nada, nose como carajo se llama. Y si baja en esta parada, y no la veo nunca más… No, seguro que se baja… no, la perdí para siempre, soy un bobo. Ah… no sólo se estaba acomodando. Estos asientos si que son incómodos le podría decir. Si, entonces me diría, si la verdad que no se puede sentar en ellos. Y ahí me da pie para que le diga si totalmente, te gustaría que bajemos a tomar algo. Y ahí ella me diría, pero es que no tengo plata, y estoy llegando tarde, pero yo le interrumpiría diciendo, no te preocupes, yo te invito el café y el taxi. Pero no a todo el mundo le gusta el café…
-Se que no te gusta el café, pero no te preocupes por el tiempo que yo te pago el taxi si no tenés ganas de sentarte más en estos asientos incómodos.
-¿Qué?-dijo la rubia
¿Qué? se dijo Manu a sí mismo mientras tornaba su ser de un pálido blancuzco a un rojo escarlata.
-QUE SE QUE NO TE GUSTA EL CAFÉ…PERO
Cuando lo salvaron. Una melodía interrumpió su papelón.
-HOLA-grito el mastodonte sentado al lado de la rubia
-…
-MARTINCIIIIIIIIIIIIITO, qué haces campeón, tanto tiempo hace que no me llamas eh. La verdad que tenía unas ganas de hablar con vos desde hace mucho tiempo. ¿Qué andás haciendo por acá tigre?
-…
-Dale lobo, no me ocultes las cosas
-…
-Ah… está bien, entiendo si es secreto, pero podés confiar en mi eh… ah ah ah, está bien.
-…
-Y por qué no me llamaste
-…
-Ah, está bien entiendo que no tengas ganas… nonono te entiendo, puedo ser pesado a veces.-“¿a veces?” pensó Manu.
Mi pobre amigo intentó dedicarle un poco más de su esfuerzo a su amada, pero los gritos de “y cómo es que no me visitaste antes, si estas en la city desde hace más de una semana pillín… a entiendo turrito, vos te fugaste con tu minita, a perdón no sabía que viniste con tu mujer jajaj” que mugía su vecino.
La rubia no miró más al pobre Manu, que se sintió realmente triste. Ahora no podía esconder su tristeza en ningún lado, nada de Pescado Rabioso para consolarse. La tecnología lo había desposeído de la música. Buscó en la melancólica ciudad una respuesta para su bohemio dolor, pero no encontró alguna razón para no sentirse mal por lo sucedido. Y sobre todo porque el mamut seguía con
-Si, te acordás aquellos tiempos Martín. Cómo no me voy a acordar yo, si realmente los extraño. Siempre supe que ibas a llegar lejos, esto siempre fue lo tuyo vos tenías cerebro para las cosas. Yo en cambio no jajaj, siempre estaba detrás tuyo, pero no me pongo para nada triste pensando esto… bah ya van como veintitantos de años, si lo hago soy un mariconazo. Así que te trasladaron para el sur, que bueno… Que estás en la fuerza aérea, la gran puta Martincito, te felicito papá. Vos si que la pegaste campeón.
Encima es milico, se dijo Manu mientras miraba como la rubia se levantaba lentamente para la salida. No era tan linda después de todo. Además tenía algo raro en el pelo, “como que no estaba bien enrulado ni tampoco era muy lacio, no tenía nada atractivo” me dijo el despechado Manuel. Al verla salir, casi le levantó la mano en despedida. Creo que al final la volvió a encontrar hermosa, como todas las mujeres que ha amado por un instante increíble para luego despertar, pero eso por supuesto que no se lo dije.
Estuvo a punto de caer en una meditación profunda, cuando vio como el paquidermo hizo “el gesto”. Ese gesto que los que andamos mucho en colectivo como mi amigo y yo sabemos que quiere decir. Ese “sentate amigo”, o más bien “te dejo sentarte al lado mío”. Es algo muy difícil de rechazar, si no lo saben ya lo sabrán algún día. El pobre bonachón de mi amigo no tuvo alternativa, se sentó junto al gordinflón que no paraba de parlotear con su amigo Martincito.
-Así que la fuerza aérea amigo… por qué no me dijistes antes, así hacíamos algo para festejar, nose te iba a visitar. Claro es que no querés que te caiga de sorpresa jajaj. No no te jodo nomás Martincito, no te pongas incómodo. Bueno y ¿qué vas a hacer hoy? ¿No te gustaría venir a comer a casa?, le digo a la gorda que se prepare algo mientras nosotros vemos el partido. Cómo que partido campeón, hoy juega boquita, ¿a caso no te gusta más el fútbol, no te estarás volviendo maricón no? Jajaj. Pero nooooooo, cómo le va a molestar a la gorda, si siempre hace las pizzas para los muchachos cuando vamos todos a jugar al truco a casa. Quedate tranquilo. Quedate tranquiiiiiiilo, y si querés llevala a la minita esa con la que andas, a no cierto que estas con tu mujer campeón. No a ella no la lleves JAJAJ, te jodo nomas Martincito.
Mi buen amigo no sabía dónde meter su cabeza en estos momentos, y por lo menos le faltaban veinte minutos para llegar a su parada. Inevitablemente tendría que comerse el discurso del amigo de Martín, ya que el colectivo tenía los asientos bien distribuidos, y con espacio de sobra para que una persona bordeando el cementerio eligiese. Pero él, no. Su bondad no lo abandonaba, era una vil traicionera, no podría dejar groseramente el asiento que con tanta caballerosidad el elefantiásico amigo del capitán de nose que de la Fuerza Aérea había cedido.
-Bueno campeón, entonces quedamos así, venite hoy. Daaaaaaale, no te preocupes por el tiempo, que te puedo pasar a buscar con el auto de la brigada, te conté que trabajo en la policía. Si es que me suspendieron en el ejército, y ahora ando con una suspensión de mierda… eh… si por pelear, pero bueno, ahora cuando lo encuentre al hijo de mil puta que me mandó al frente le rompo la cabeza a patadas. Si no te preocupes, no pasa nada. No no no no, gracias, pero no necesito tu ayuda Martincito, yo me arreglo con esto. Pero igual, esto de alternar con el turno noche que salen los pendejos los fines de semana no está tan mal. A veces me levanto una que otra pendeja en pedo, jajajaj si no te preocupes. Bueno bueno tigre, nos vemos a la noche. NO SE TE OCURRA PLANTARME ¿EEH? Aaaah bueno titán… nos vemos a la noche.
Y por fin se dispuso a guardar ese aparato del demonio al bolsillo, Manu sintió un alivio enorme. Pero estaba lejos de la realidad mi buen amigo, al poco tiempo se dio cuenta de su error. “Seguía, la función. Ahora marcaba un número él” me contó no poco irritado mientras le daba una birra medio tibia. No puedo creer que tan molesta puede llegar a ser una persona se quejó el bueno de Manolín.
-Gorda… a que no sabes quién me llamó… Nooooo si ese hijo nuestro es un malagradecido de mierda, Martín… Cómo qué Martín… Martín gorda, mi amigo de la colimba, no te acordás de él, si que te acordás viste. Si el loco anda por acá, parece que por una misión especial, medio secreta porque no me quiso decir nada. Si ya se que tengo la categoría como para saber este tipo de misiones, pero no me gusta meterme en asuntos que no son los míos, mira si me terminan dando a mi el laburo de mi amigo, no me lo perdonaría. Bueno en fin, lo que te iba a decir es que prepares unas buenas zapis, así lo agasajamos al bueno de mi amigo. Si gorda, dale no te hagas, si tenemos tiempo, apenas salgo de la comisaría y voy para casa y te ayudo. Te prometo que te ayudo- dijo y le hizo un ojito cómplice a Manu, que respondió con la sonrisa más incomoda que me hayan descripto jamás.
-Bueno gordita mía de mi vida, te amo mucho mucho eh, nos vemos luego del laburo, te amo cuchi cuchi, mi osita de felpa, jajaj bueno ya paro. Chau.
Así la saga del buen Manu parecía llegar a su fin, ya divisaba a lo lejos su parada y se decía a sí mismo, -esto es irreproducible. Nada puede llegar a ser tan extraño como esto, esta ciudad realmente está loca, no sólo soy yo. Ya no puedo echarme la culpa de todo. De ahora en adelante, voy a prestar más atención a lo que pasa alrededor mío, no puedo andar como un fantasma por el mundo, siempre hay algo que me sorprende, pero esto… esto si que es-…
- Dios te salve, María. Llena eres de gracia: El Señor es contigo. Bendita tú ere entre todas las mujeres. Y bendito es el fruto de tu vientre: Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. Dios te salve, María. Llena eres de gracia: El Señor es contigo. Bendita tú ere entre todas las mujeres. Y bendito es el fruto de tu vientre: Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. Dios te salve, María. Llena eres de gracia: El Señor es contigo. Bendita tú ere entre todas las mujeres. Y bendito es el fruto de tu vientre: Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
-y te juro que lo repitió una y otra y otra vez, tanto que me pasé una parada. Lo miré desde abajo, como se alejaba con los ojos cerrados, su pelo a corte milico contra el metal helado del colectivo, embutido en una campera negra y zapatos embetunados, con una expresión de misericordia, mientras sus rezos iban en aumento y en aumento.
Para cuando Manuel se bajó del colectivo, la gente se había dado vuelta a ver como el beato de la Comisaría 31 gritaba su rezo, absolviendo de culpas y pecados a todos sus oyentes, que asistían a su involuntariamente a misa. Eso que ni era domingo.

si la vida es un parpadeo, tengo los ojos cerrados

Published by Daniel Agustín Hassan under on 13:05






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y sin embargo todo está en su lugar

Published by Daniel Agustín Hassan under on 16:32

Subtítulos en los sueños retuercen las palabras por las que me hablas en el lenguaje de la lluvia. Mojada, sedosa, misteriosa como las sombras marcadas en el suelo por los pasos hipnóticos que doy de tu mano. No me lleves más hacia la triste realidad. Ya se que sólo eres mía en los sueños.

Hoy te vi

Published by Daniel Agustín Hassan under on 20:33


Ensayo de Jardin Nocturno (Somos: Nico bateria, Ivan guitarra y voz, Yo bajo y voz)
perdon todavia no voy a clases de canto... espero mejorar luego.

Como seguro no quedo claro... aca va la letra:

Hoy te vi
Sentada en la luna
Inalcanzable como el viento

Soñé tu cuerpo entero
Corriendo por mis venas
Y estoy tratando de vivir

Se sentir
No me preocupa
Pero tu voz no me escucha

Como volver de aquí si estoy cayendo

No puedo huir
Si son tus ojos
Los que me atrapan y me encarcelan aquí

Junto a ella
No hay luz ni primavera
Tan sólo el frío invierno

Otro día
Se amontará
Como una montaña

ok

Published by Daniel Agustín Hassan under on 19:42

Johnny's in the basement
Mixing up the medicine
I'm on the pavement
Thinking about the government
The man in the trench coat
Badge out, laid off
Says he's got a bad cough
Wants to get it paid off
Look out kid
It's somethin' you did
God knows when
But you're doin' it again
You better duck down the alley way
Lookin' for a new friend
The man in the coon-skin cap
In the big pen
Wants eleven dollar bills
You only got ten

Maggie comes fleet foot
Face full of black soot
Talkin' that the heat put
Plants in the bed but
The phone's tapped anyway
Maggie says that many say
They must bust in early May
Orders from the D. A.
Look out kid
Don't matter what you did
Walk on your tip toes
Don't try "No Doz"
Better stay away from those
That carry around a fire hose
Keep a clean nose
Watch the plain clothes
You don't need a weather man
To know which way the wind blows

Get sick, get well
Hang around a ink well
Ring bell, hard to tell
If anything is goin' to sell
Try hard, get barred
Get back, write braille
Get jailed, jump bail
Join the army, if you fail
Look out kid
You're gonna get hit
But users, cheaters
Six-time losers
Hang around the theaters
Girl by the whirlpool
Lookin' for a new fool
Don't follow leaders
Watch the parkin' meters

Ah get born, keep warm
Short pants, romance, learn to dance
Get dressed, get blessed
Try to be a success
Please her, please him, buy gifts
Don't steal, don't lift
Twenty years of schoolin'
And they put you on the day shift
Look out kid
They keep it all hid
Better jump down a manhole
Light yourself a candle
Don't wear sandals
Try to avoid the scandals
Don't wanna be a bum
You better chew gum
The pump don't work
'Cause the vandals took the handles

Bob Dylan

y Bob Dylan pesado jajaja
 

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